…Y si bien, al salir a recorrer Roma era de noche, el
encanto de sus lugares era intacto. Continuar con los rituales, hacerlos por
las dudas, como el de tirar una moneda en la Fontana Di Trevi. Una monedita
chiquita, tampoco cuestión de andar revoleando euros, para que al otro día pase
el recolector de monedas y se cague de la risa de los ilusos que tiran monedas
para poder volver a la Roma…
Pero cosa imponente si la hay, es toparte con el Coliseo.
Imponente por haber permanecido ahí desde el siglo 1. Que seguramente albergue
tantas almas devoradas por el tan sólo hecho de entretener a un público que
gozaba de ver como se despedazaba la gente… bueno…quizás sólo sean ruinas y
listo.
A Lisboa…
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