Había una conexión o atracción particular, en el momento en
que el avión atravesaba, dejaba atrás el sur de Alemania, y aterrizaba en el
norte de Italia, o como decía mi abuelo: - ¡momentito!, una cosa es una cosa y
otra cosa es otra cosa. Estamos hablando del Imperio Austrohúngaro.
–Pero bueno, creo que esto merece otro capitulo, ya que
estuve en la casa donde nació mi abuelo. A tal punto que tomé la decisión de no
dibujar, para que las imágenes entren y se queden dentro.
A veces es un gran error pretender manifestar la emoción del
momento con una captura indiscriminada de imágenes.
De todas formas no quiero dejar de mencionar a mi primo
Livio y a toda su familia, que me invitó a su casa y me alquiló un departamento
en Cividale, una ciudad que fue fundada por el mismo Julio Cesar.
Estoy seguro que a mi abuelo le hubiera gustado este dibujo...
a otro día...Mis parientes me regalaron un viaje a Venecia...
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