…como no iba a saludar a este señor el día de su partida.

Hay un momento de la vida de todos donde gozamos de obras oscuras. Nos ponemos darks, emos, nos vestimos de negro, y leemos cosas que nos arrastran a lugares de amoríos fatales, ciegas venganzas, y túneles muy oscuros, llenos de logias y batallas infinitas que se confunden entre un presente desesperado y un pasado de cabezas puestas en puntas de lanzas. Pero después de atravesar todo esto, llegamos al final, y hay luz. Una luz en el disco rígido de tu cabeza, que se genera cundo terminaste de leer a Sábato. Chau señor dark!
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